domingo, 19 de noviembre de 2017

CONEJO AL CHOCOLATE



Como suele ocurrir con todas las grandes recetas, el asunto de su origen y autoría están sujetos a una apasionada controversia. Por un lado, y por la audaz fusión dulce-salado y la vehemencia con la que siempre defienden los catalanes aquello que consideran propio (o apropiable), muchos piensan que es una receta catalana… sin embargo también suele atribuirse a la corona de Aragón y más concretamente a las tierras de frontera de Ribagorza donde es conocido anacrónicamente como Conejo a la Almogavar. En cualquier caso, si su origen es polémico, no ocurre lo mismo con el de su ingrediente estrella: el chocolate, del que sabemos que fue introducido en nuestro país en tiempos de Carlos V y del que se dice que fueron los monjes cistercienses del Monasterio de Piedra los primeros en difundir su elaboración y uso gastronómico en el siglo XVII (lo que avalaría la hipótesis aragonesa del plato que nos ocupa).  Como todo el mundo sabe, el chocolate, es un producto derivado de la elaboración de la semilla de la planta del cacao originaria de Mesoamérica donde es conocida y venerada desde hace mas de tres mil años. Con el nombre de Tchocolatl ha sido disfrutado por las culturas olmeca, maya, azteca, etc,  tanto como alimento energético, ingrediente espiritual o incluso como medio de pago. Llegó a Europa a través de España, situándose el primer importador de este mágico producto en el puerto de la ciudad de Barcelona (lo que avalaría la hipótesis catalana del Conill amb Xocolata). En cualquier caso, no pienso entrar en polémicas estériles, sino contaros como lo tenéis que cocinar y después comérnoslo con gran satisfacción y sin volver la vista atrás.



INGREDIENTES (PARA 4 PERSONAS):



1 conejo

1 cebolla

2 zanahorias

6 dientes de ajo

30-40 grs.de chocolate negro rallado (la cantidad dependerá de lo fuerte que sea el chocolate utilizado)

1 vaso de vino tinto

agua

aceite de oliva virgen

1 cucharada de harina de maíz refinada (opcional)

tomillo y romero (en rama o secos)

1 hora de laurel

sal, pimienta, perejil (para decorar).



Manera de Hacerse


- Trocear el conejo, salpimentarlo y dorarlo en una cazuela con un chorrito de aceite y 4 dientes de ajo enteros y pelados. Añadir el vaso de vino tinto y darle un hervor. Cubrir con agua, taparlo y cocinarlo durante 35-40 minutos a fuego suave. Después, retirar los trozos de conejo y reservar el conejo y el caldo.


- Hacer un sofrito con la cebolla, las zanahorias y 2 dientes de ajo, todo ello troceado, con un chorrito de aceite. Añadir el romero, tomillo y laurel, verter el caldo reservado con los ajos y cocinar todo durante 10 minutos. Sazonar.


- Pasarlo por el pasapurés o triturar con la batidora (apartando previamente las hierbas, si éstas fueran en rama, y el laurel). Si fuera necesario, espesar la mezcla con la harina de maíz diluida en agua. Añadir el chocolate y el conejo. Mezclar bien hasta que se disuelva el chocolate. Cocinarlo todo durante 5 minutos más para que se unan los sabores.


- Emplatar el conejo, salsear y decorar con una ramita de perejil.


Se puede acompañar con puré de boniatos, de patatas o con daditos de patata fritos y bien escurridos de aceite. Es una receta recomendada para personas con colesterol o sobrepeso, dado el bajo nivel calórico de la carne de conejo.


Tiene un maridaje perfecto rayando lo divino con un Monastrell tinto dulce (Recóndita Armonía) de Gutiérrez de la Vega.

 

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