Para l@s cocinillas de nuestra generación había
tres grandes referentes: nuestras abuelas, nuestras madres y Simone Ortega. Cuando te independizabas
normalmente salías de casa con los discos de Serrat, los vaqueros, los blusones
hindúes, el acervo culinario de las matriarcas familiares, y con el libraco de
bolsillo de Alianza Editorial de la Ortega. En cualquier caso no era un
patrimonio menor. Con los años, el libraco iba convirtiéndose en una baraja de
hojas sueltas llenas de lamparones de aceite y manchas de salsa de colores
indefinidos. Podría asegurar que es posible hacer un caldete interesante
introduciendo aquel ejemplar manoseado en una cazuela con un majado de verduritas
pochadas. Y mientras los Roca y los Adriá hacían la EGB, Martín Berasategui y
tú conspirabais en las cocinas echándole un ojo a las recetas de ama y otro a
las de Simone Ortega. Como homenaje a esta campeona que nos enseñó a cocinar y
comer bien, y sobre todo a dar de comer decentemente a los amigos que venían a
casa, vamos a recrear una receta de las famosas 1080.
(Elena Santonja y Simone Ortega en "Con las manos en la masa")
Ingredientes (Para 4 personas)
Pasta
de Lasaña (al gusto)
2-3
higadillos de pollo
75 g.
de champiñón
75 g.
de jamón de york (o ibérico para los caprichosos)
1
cebolla pequeña
2-3
cucharadas de aceite de oliva extra
2
cucharadas de harina de trigo
1
cucharada de queso rallado (curadito)
30 cl.
de leche entera
30 g.
de mantequilla
Agua
Sal
Manera de Hacerse
·
Cuece
las hojas de lasaña como indique el paquete y colócalas en un paño para que
escurran toda el agua. Ya sé que los modernos no os molestáis en cocerlas
porque las compráis de las que no se cuecen. Perracos.
· En
una sartén caliente, pon dos cucharadas de aceite y echa la cebolla picadita. A
los 3 minutos añade los higadillos picados finos y bien limpitos. Añade también
los champiñones bien lavados y picados a su vez.
· Rehoga
durante otros 3 minutos y añade el jamón picadito fino igualmente. Sazona ligeramente, revuelve y reserva.
· Prepara
una bechamel espesita con una
cucharada de aceite, la mitad de la mantequilla, la harina y las ¾ partes de la
leche. Cocínala durante 10 minutos aproximadamente sin dejar de darle vueltas
(ese es el secreto). Cuando esté lista, sazónala un poco - no te pases- y mezclala
con 2 o 3 cucharadas del relleno que has reservado.
· En
una fuente untada con un poco de aceite o mantequilla, coloca una capa de hojas
de lasaña. Cúbrelas con la mitad del relleno. Coloca encima otra capa y repite
la operación. No te olvides de cubrir el último piso. El número de pisos
depende de la cantidad de relleno que utilices y el número de hojas que tengas.
Mínimo 2 pisos.
· Aclara
la bechamel sobrante con el poquito de leche que te ha sobrado y lo cueces 2
minutos más. Deja que se temple y cubre la lasaña con esta bechamel más
clarita.
· Espolvorea
con un poco de queso rallado y esparce por encima unas virutas de mantequilla. Métela en el horno, previamente calentado, durante 5 minutos para que se dore y
coja temperatura, y sírvela enseguida.
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